La semana pasada hablábamos del beneficio psicologicos que implicaba la practica del #running. Diferentes estudios han demostrado que el aumento de la autoestima es inevitable al vernos superar metas bien concretas(p.e avanzar más kilómetros, correr más tiempo, terminar una carrera, vencer una distancia).De esta manera se logra una sensación de realización personal al saber que nosotros solos dimos cada paso para llegar al objetivo. Pero si bien los logros son personales,el #running no es un deporte solitario; al no haber necesariamente una competencia directa con los otros participantes, sino generalmente una búsqueda de superación personal, se potencian las energías, que un compañero siga unos metros más nos motiva a intentarlo con él, que un grupo se organice para ir a una carrera nos ayuda a participar también. Es tan común que generalmente pasa desapercibo; infinidad de veces se oye en una carrera a un atleta alentado a otro, cuando teóricamente ambos están compitiendo.Resulta difícil de imaginar esa situación en otros deportes, por ejemplo que en un partido de fútbol un portero anime al delantero rival sobre la posibilidad de marcar un gol. La posibilidad que da el running de conocer nuevas personas y rápidamente estrechar vínculos unidos por una pasión común ha sido un gran motor del crecimiento de la actividad en las metrópolis. Allí donde las multitudes llevan a la soledad, aparece la posibilidad de mejorar las vidas no solo desde lo físico y lo psicológico sino también desde lo social.